domingo, 28 de octubre de 2012

¿Qué significa actuar para un niño pequeño?


La palabra actuar viene de acción, y no se trata más que de eso, de poner en acción el juego con títeres. Actuar por el placer de realizar acciones con objetos  en función dramática.
En el comienzo se trata de juego de exploración e investigación, juego paralelo y/o encuentros con el otro. Juegos breves, muy breves o más largos, de acuerdo a las posibilidades de cada niño. Juego que se repite una y otra vez, juego exploratorio constructivo, que puede desarrollarse a lo largo de todo el año.  Juego en el que nuevos materiales se incorporan sin descartar al material anterior.
Los más chiquitos disfrutan de éstos extraños seres animados que aparecen y desaparecen. Más tarde, descubren que ellos mismos pueden dotarlos de vida.  Sea el títere de la sala o cualquier otro, llega el tiempo en el que los espectadores se animan a poner una mano dentro del títere. Así lo dotaran de vida, lo animarán, lo transformarán y se transformarán.
Entonces comienza una nueva etapa. Dejarán de ser espectadores y disfrutaran siendo ellos mismos los titiriteros o animadores. El goce de ver a los propios títeres moverse, el escuchar las diferentes voces con las que se desarrollan los personajes ya es una aventura en sí misma.
Los primeros títeres son los deditos actuando la letra de las retahílas como:
"Este dedo es la mama...etc."
"Este compro un huevito...."
Considerando a sus dedos como personajes ajenos a ellos mismos aunque formen parte de su propio cuerpo, dando crédito a las secuencias simples que representan.
En el caso de los niños más pequeños, primero habrá un acercamiento material de observación, investigación, y encuentro con el objeto títere: observarlo por fuera y por dentro, animarse a poner un dedo o la mano dentro, chuparlo, golpearlo, etc.
Ponerlo en su mano y observarlo, es una acción que parece escasa y de una riqueza limitada, sin embargo no lo es.
Cuando los niños atraviesan la experiencia del taller de títeres, muchas veces casi no se perciben movimientos, algunos niños se vinculan introspectivamente con el títere, demoran en poder transmitirle al títere sus deseos de animación.
Los movimientos mínimos, el contacto efímero con el material, el pasaje de un títere a otro sin poder armar un vínculo o juego, el deambular observando, el pasar debajo de la tela que se ha colocado como retablo una y otra vez sin concentrarse en la actividad esperable, son formas de reconocer el espacio y el material, integran la construcción del juego con títeres. Concluyendo la idea, los títeres, como cualquier objeto de exploración, deberían ser presentados sin la ansiedad de logros. Jugar con títeres también es un conocimiento que se construye.
Para el niño el títere es un personaje casi mágico y por eso asisten asombrados a una representación, en la que un muñeco, se desplaza por el escenario y dialoga espontáneamente con ellos. A través del títere los niños se introducen en un mundo de fantasía en el que la imaginación pone los ingredientes necesarios para vivir plenamente la ficción.
El poner en contacto a los niños con ésta rama del arte les posibilitará contar con una herramienta más para desarrollar su inteligencia, su percepción y su sensibilidad, en éste caso utilizando formas e imágenes visuales en movimiento.
El títere puede ser utilizado en función dramática o como medio de comunicación. Tanto por un adulto como también por un niño muy pequeño.
En el caso de los adultos, es sencillo.
·        El docente utiliza al títere como un medio para lograr otro fin que no sea el de la expresión del títere en sí misma. Quiere presentar una técnica, quiere llamar la atención de los chicos, etc.
·        El docente representa una obra, realiza un juego titiritesco o canta una canción con el títere por el mero deseo de disfrutar de los movimientos del títere.
La diferencia es clara. En el primer caso, se utiliza a los títeres como un medio para lograr otro fin, intentando comunicarse con los chicos y una vez que se logra el objetivo el títere pasa a un segundo plano.
En el segundo caso, la docente canta o juega con el títere o bien representa una pequeña obra, por el deseo de expresarse utilizando ese medio y captando la atención de los niños con un objetivo expresivo sin perseguir otro fin que no sea el juego dramático representado.
En el caso de los niños, también ellos utilizan a los títeres de diversos modos, por el placer del juego o por la necesidad e comunicarse a través de un medio más convincente (para ellos mismos) que su propia persona
El juego con títeres utiliza como punto de partida al juego exploratorio, entendiendo como tal a aquel momento durante el cual los materiales son presentados a los niños, quienes se involucran creativamente con ellos haciéndolos hablar por si mismos.
Es importante que exista ese momento de exploración con los elementos utilizados para realizar juegos titiritescos, durante el cual, los niños comienzan a ponerse en contacto con la materia prima de sus títeres, o bien con los títeres en sí para jugar con ellos del modo que naturalmente les surja, sin que sea necesario señalar la necesidad de utilizar un teatrino o retablo en el cual el juego quede delimitado, a menos que los mismos chicos busquen éstos espacios por la necesidad de ocultamiento que puedan desear experimentar.
Lo importante es pensar propuestas que permitan a los niños explorar libremente el material. Cada material ofrece distintas posibilidades de expresión. Las posibilidades deberán ser graduadas y se deberían ir complejizando poco a poco, incorporándose elementos nuevos, o estímulos nuevos en la medida en que la docente a través de su lectura reconozca en los chicos la necesidad de los mismos.
La repetición de la oferta de juego no debiera ser una escena temida ya que nunca se repiten las escenas de juego. Al contrario se modifican y se enriquecen de acuerdo al estado de ánimo de los niños.
Aproximarse al juego con títeres posibilita a los seres humanos expresarse y canalizar sus emociones animando cuerpos prestados, liberando tensiones y relacionándose con los otros.

Los títeres en la educación


Los niños animan los objetos con los que juegan desde muy temprana edad.
Los títeres son objetos animados por excelencia, el títere es "...cualquier objeto inanimado que cobra vida al ser utilizado en función dramática..."; títere es toda imagen plástica capaz de actuar y representar.
Existe una relación directa de los títeres con el pensamiento animista infantil por reunir las condiciones para satisfacer a los niños en sus deseos de transformación. ”Así el mundo imaginario se convierte en realidad de manera concreta, a través del juego con títeres.
Por lo tanto, en la educación podemos hacer uso de este gran recurso. El cual podemos disponer con facilidad, ya sea creándolos entre todo el grupo clase, que esto ayudará también a que nuestros alumnos puedan tener un contacto más cercano y a apreciarlos más, ya que ellos mismos han sido participes de la creación, utilizando cualquier tipo de material o si no adquiriéndolos en una tienda… Saquémosle el mayor partido posible a los títeres y marionetas, para que los niños puedan aprender, una vez más, a través del juego y de todas las opciones que nos pueden aportar.
Para ampliar información tenemos el enlace ¿Qué significa actuar para un niño pequeño? Dónde tratamos más a fondo las características, complejidades y ayudas que pueden proporcionarnos los títeres y marionetas, para el desarrollo y aprendizaje de los alumnos, en una educación que queremos llevar a cabo a través de la metodología lúdica.  

domingo, 7 de octubre de 2012