sábado, 20 de marzo de 2010

El Guiñol

El guiñol pertenece al mundo de los títeres y maionetas pero tienen sus características propias que le diferencian en gran medida.
Su oriten se remonta al año 1795 en Francia. Se cuenta que el creador del guiñol fue un dentista de la ciudad de Lyon llamado Laurent Mourguet. Para entretener a sus pacientes y hacerles olvidar el dolor, se inventó unas historias que se representaban en su gabinete, con marionetas de guante que se movían detrás de un mostrador.
Los personajes de aquel guiñol eran representaciones en tono crítico y festivo de gente del pueblo. El personaje central se llamaba Guiñol (Guignol), que prestó su nombre a perpetuidad para este tipo de representaciones.
Las historias pueden variar en el contenido pero la estructura, en cambio, los finales son siempre iguales, los personajes acaban a garrotazos. Por eso una de las características de estas marionetas es el presentarse con una porra debajo del brazo.
El guiñol, a diferencia de la marioneta, no se mueve por medio de hilos, sino que se consigue introduciendo el titiritero su mano en este.
- El caminar del guiñol.
Lo habitual es que el titiritero realice un movimiento con su mano, muy ligero, de arriba hacia abajo y, así, producir la sensación de caminar.
Si el títere tuviese piernas, se realiza un leve movimiento con la muñeca para conseguir que las piernas del muñeco vayan por delante del cuerpo.
Acelerando este mismo método se consigue que parezca que el guiñol corra.

- Los movimientos de las manos.
Las manos se controlan por medio de los dedos que se introducen en los brazos del títere. La manera más efectiva de controlar estos movimientos es practicar una y otra vez.

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